Las reuniones tendrán lugar en Roma, Abu Dhabi – donde el Papa y el imán de Al-Azhar firmaron el Documento sobre la Fraternidad Humana– y Egipto. Se tratará, explicó Mohamed Mahmoud Abdel Salam, de “la reflexión, al estudio y al diálogo libre y profundo” para que los jóvenes se conviertan en «mensajeros» de la encíclica, “actores” de su llamada a la fraternidad.
Al firmar el Documento sobre la Fraternidad Humana en febrero de 2019 en Abu Dhabi, el secretario General destacó que el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar se han convertido en “un nuevo emblema y en un nuevo monumento, no solo para un determinado país o para un determinado pueblo”, en “un símbolo fuerte de una noble idea, la idea de la ‘Fraternidad Humana’”.
“Como joven musulmán, estudioso de la Sharía (ley islámica) y de sus ciencias, estoy, con mucho amor y entusiasmo, de acuerdo con el Papa y comparto todas las palabras que ha escrito en la Encíclica. Sigo, con satisfacción y esperanza, todas sus propuestas, presentadas con un espíritu solícito para el renacimiento de la fraternidad humana”.
E insiste: “La fraternidad universal sigue siendo, ayer, hoy y mañana, una necesidad absoluta para el mundo entero y es imprescindible para la salvación. Porque dará vida a una civilización equilibrada y feliz, centrada en el hombre, independientemente del color de su piel, sexo, idioma y religión”.