En la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a las 9:30 horas, en la plaza de San Pedro, el Santo Padre Francisco ha bendecido los Palios, tomados de la confesión del apóstol Pedro y destinados a los arzobispos metropolitanos nombrados durante el año.
“No son pocas las veces que sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor”, ha advertido el Papa Francisco a todos los fieles presentes en la Misa.
“Confesar la fe con nuestros labios y con nuestro corazón exige –como le exigió a Pedro– identificar los “secreteos” del maligno. Aprender a discernir y descubrir esos cobertizos personales o comunitarios que nos mantienen a distancia del nudo de la tormenta humana”, ha anunciado el Pontífice.
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
Como de costumbre con ocasión de la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, Patronos de la Ciudad de Roma, una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla fue enviada por Su Beatitud Bartolomé y dirigida por su Eminencia Job, Arzobispo de Telmessos, acompañado de su Gracia Theodoretos, obispo de Nazianzos, y del reverendo Alexander Koutsis, diácono patriarcal.
A continuación, ofrecemos la homilía del Santo Padre, pronunciada en la Eucaristía de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma.